2007: Kerwin Mathews, actor estadounidense.[5]​ (n. 1926).

En un día cualquiera de 1926, en el bullicioso corazón de San Francisco, nació un niño que más tarde se convertiría en una figura icónica del cine estadounidense. Desde pequeño, Kerwin Mathews mostró un talento especial para la actuación, pero fue el destino quien lo llevaría a las pantallas plateadas. Fue en la década de los 50 cuando comenzó a dar sus primeros pasos como actor, capturando la atención del público con su carisma y presencia.

Quizás lo más fascinante de su carrera fue su habilidad para moverse entre géneros; sin embargo, el cine fantástico le otorgó los mayores aplausos. En 1963, con su papel principal en "El viaje fantástico de Simbad", se catapultó al estrellato. A pesar de esto, no todo fue sencillo: las altas expectativas del público y la presión por mantenerse relevante lo acompañaron durante toda su trayectoria.

Años más tarde, tras una serie de papeles memorables que incluían héroes y villanos por igual, Kerwin decidió dar un giro inesperado a su carrera. Irónicamente, mientras otros actores luchaban por roles en grandes producciones de Hollywood, él optó por proyectos más pequeños y personales lo que le permitió explorar facetas artísticas poco convencionales.

Los críticos señalan que esta decisión puede haber sido tanto un acierto como un error estratégico; quizás buscaba autenticidad en lugar de fama desmedida... Sin embargo, este enfoque le permitió conectar con generaciones más jóvenes que valoraban no solo sus actuaciones sino también su espíritu libre.

No sería exagerado decir que la vida personal de Mathews estuvo marcada por altibajos. Mientras algunos actores se envolvían en escándalos mediáticos o romances fugaces él siempre mantuvo cierta reserva sobre sus relaciones amorosas. Se rumoreaba que prefería disfrutar del silencio y la calma lejos del tumulto hollywoodense.

Tristemente, el año 2007 llegó como una sombra anunciada: Kerwin Mathews falleció dejando atrás una legión de admiradores y una filmografía rica en diversidad. Su legado continúa vivo no solo en las películas sino también entre aquellos quienes crecieron viéndolo brillar desde la pantalla. Es irónico pensar que hoy muchos jóvenes descubren sus obras a través de plataformas digitales... El mundo ha cambiado tanto desde sus días dorados!

En este contexto moderno donde los héroes son reinventados constantemente la imagen del intrépido aventurero encarnada por Mathews resuena aún con fuerza. Como si el tiempo hubiera tejido una red entre generaciones: los héroes clásicos nunca realmente desaparecen… Solo esperan ser redescubiertos.