El I.Ae. 24 Calquín: Un Hito en la Aviación Argentina
En la historia de la aviación argentina, uno de los eventos más significativos ocurrió el 18 de diciembre de 1946, cuando el prototipo del I.Ae. 24 Calquín, conocido como "Águila Real" en lengua mapuche, realizó su primer vuelo. Este bimotor de ataque y bombardeo liviano fue un orgullo para el país, dado que fue construido íntegramente con madera local en la Fábrica Militar de Aviones, ubicada en Córdoba.
1946: El nacimiento del I.Ae. 24 Calquín
8 de diciembre de 1946, Córdoba, Argentina… Una mañana fría y despejada en la que el murmullo de la multitud se hacía eco en la pista del aeródromo de la Fábrica Militar Aviones. En ese momento histórico, los ojos se centraban en un avión que prometía revolucionar el ámbito de la aviación argentina: el I.Ae. 24 Calquín, un bimotor diseñado para ataque y bombardeo liviano. El piloto capitán Edmundo Osvaldo Weiss se preparaba para elevar el sueño argentino hacia los cielos.
Diseño y Desarrollo del I.Ae. 24 Calquín
El diseño del Calquín surge en un contexto post Segunda Guerra Mundial, donde muchos países buscaban desarrollar sus propias capacidades aéreas. Este avión fue concebido por la Fábrica Militar de Aviones en busca de satisfacer las necesidades del Ejército Argentino. Su diseño ingenioso y la utilización de recursos locales marcaron un precedente en la fabricación de aeronaves en el país.
Características Técnicas del Calquín
El I.Ae. 24 Calquín estaba diseñado como un bimotor de ataque y bombardeo liviano. Sus características técnicas incluían una envergadura de aproximadamente 14 metros y un peso máximo de despegue de 3,200 kg. Con una velocidad máxima de cerca de 450 km/h, el Calquín era capaz de realizar diversas misiones, incluyendo reconocimiento y apoyo aéreo cercano.
El Primer Vuelo
El 18 de diciembre de 1946, el capitán Edmundo Osvaldo Weiss fue el piloto encargado de llevar a cabo el primer vuelo del I.Ae. 24 Calquín. Este momento no solo representó un avance tecnológico para la aviación argentina, sino también un empoderamiento de la industria nacional, que contaba entonces con profesionales altamente capacitados y recursos locales para la fabricación de aeronaves.
Impacto en la Aviación y la Industria Argentina
El primer vuelo del Calquín supuso un gran impulso para la industria aeronáutica argentina, inspirando futuras generaciones de ingenieros y pilotos. La capacidad de producir aeronaves con materiales y mano de obra nacional no solo estimuló la economía local, sino que también fortaleció la confianza en la tecnología nacional. Este avión se convirtió en un símbolo del talento argentino en la exploración de la aviación.
El Legado del I.Ae. 24 Calquín
Aunque el I.Ae. 24 Calquín no alcanzó la producción en serie esperada, su desarrollo sentó las bases para futuros proyectos aeronáuticos en Argentina. El legado del Calquín perdura en la memoria colectiva del país y es recordado como uno de los primeros grandes intentos de independencia en la fabricación de aeronaves en el contexto de la aviación militar.
Conclusión
El 18 de diciembre de 1946, el vuelo del I.Ae. 24 Calquín fue un hito que reflejó el esfuerzo y la dedicación de un país en pos de su desarrollo tecnológico y militar. Es un capítulo importante en la historia de la aeronáutica argentina que continúa inspirando a futuras generaciones.