1909: Barry Goldwater, político estadounidense (f. 1998).

En un caluroso día de enero, cuando el siglo XX apenas comenzaba a dar sus primeros pasos, nació un niño que, sin saberlo, se convertiría en una figura emblemática del conservadurismo estadounidense. Barry Goldwater llegó al mundo en Phoenix, Arizona. Desde su infancia, el aire desértico y las vastas llanuras moldearían no solo su carácter, sino también sus ideales políticos.

A medida que crecía entre los cactus y la cultura sureña, su inclinación hacia la política se encendió a temprana edad. Sin embargo, la influencia de su familia no fue del todo sencilla; provenía de una línea de comerciantes judíos rusos que había llegado a América buscando oportunidades. A pesar de esto, podría decirse que fue en la tienda de sus padres donde forjó sus primeras conexiones con la comunidad y aprendió sobre liderazgo.

Al llegar a su adolescencia, el mundo parecía estar cambiando rápidamente a su alrededor. La Gran Depresión sacudía los cimientos económicos del país mientras él finalizaba sus estudios secundarios. Quizás por eso decidió involucrarse en el negocio familiar antes de dar el salto hacia la política en los años 40. Con valentía y determinación o tal vez un poco de locura se lanzó al servicio público como miembro del Ayuntamiento de Phoenix.

Su carrera floreció rápidamente; asumió el cargo como senador por Arizona tras una dura contienda electoral en 1952. Irónicamente, esa elección sería solo el comienzo de una carrera llena de altibajos: ganó admiradores fervientes pero también críticos acérrimos que cuestionaban sus opiniones políticas.

Cruzó caminos con varios líderes importantes y defendió posturas radicales para muchos estadounidenses de su época; promovió ideas como un gobierno limitado y un enfoque audaz hacia las relaciones exteriores. Su candidatura presidencial en 1964 marcó un hito inesperado: aunque perdió frente a Lyndon B. Johnson por una amplia mayoría electoral un hecho doloroso para cualquier político sentó las bases para lo que vendría después.

Los historiadores cuentan que esta derrota despertó algo dentro del electorado conservador estadounidense; lo que podría verse como una caída momentánea pronto inspiraría generaciones futuras a seguir los pasos ideológicos trazados por Goldwater. "El nuevo conservadurismo" comenzó a tomar forma entre aquellos cansados del liberalismo dominante una semilla plantada cuidadosamente por él mismo.

Años más tarde, tras haberse retirado parcialmente del ámbito político activo aunque siempre presente como figura honoraria Barry Goldwater continuó influenciando debates sobre libertades individuales y rol gubernamental hasta casi el final de sus días… Fue durante esa etapa cuando muchos comenzaron a ver cómo algunas ideas rechazadas podrían resurgir con fuerza ante nuevas realidades sociales.

Falleció en mayo de 1998 dejando un legado complejo: ¿quién sabe cómo habría reaccionado ante los desafíos contemporáneos? En tiempos donde las luchas ideológicas parecen intensificarse cada día más... Los ecos de Goldwater aún resuenan hoy entre quienes buscan redefinir lo que significa ser 'conservador'. Su imagen ha encontrado renacimiento incluso entre jóvenes activistas modernos ávidos por reexaminar los principios fundacionales del movimiento conservador estadounidense.