1982: en Madrid, mediante decreto de la Gran Logia Nacional Francesa, se crea la Gran Logia de España.
1982: La Fundación de la Gran Logia de España
12 de marzo de 1982, Madrid, Palacete del Marqués de Villafranca... La atmósfera estaba cargada de expectativas y esperanzas. En un ambiente donde el eco de las libertades recién recuperadas resonaba con fuerza tras años de dictadura, una nueva institución masónica se gestaba en la capital española. Aquella mañana marcó el nacimiento oficial de la Gran Logia Española, un hecho que cambiaría para siempre el panorama masónico en el país.
Importancia histórica y social
El establecimiento de esta nueva logia fue parte del resurgimiento masónico en Europa después del final del franquismo. Durante décadas, la masonería había sido perseguida y silenciada; sin embargo, con el retorno a la democracia en 1975 y los primeros pasos hacia una mayor libertad política, los masones comenzaron a organizarse nuevamente. Según datos oficiales, hasta 1980 existían apenas cinco logias activas en toda España; sin embargo, después del decreto promulgado por la Gran Logia Nacional Francesa, más de cuarenta logias se afiliarían a ella en los años siguientes.
Cifras significativas y testimonios personales
No obstante las cifras pueden variar dependiendo las fuentes consultadas; se estima que cerca de 5.000 miembros se unieron a esta organización durante su primer año. Un antiguo miembro recuerda cómo fue este proceso: "Éramos como semillas germinando después del invierno; nuestras reuniones eran llenas de emoción y esperanza". Esta mística que rodeaba sus inicios logró atraer tanto a jóvenes como a personas mayores dispuestas a reencontrar su lugar en una sociedad más justa e igualitaria.
Solidaridad antes de las redes sociales
Aunque aún no existían las redes sociales que hoy conectan al mundo entero instantáneamente, los masones españoles encontraron maneras efectivas para establecer conexiones entre ellos. Cadenas telefónicas bien organizadas eran comunes para comunicarse rápidamente sobre eventos importantes o emergencias dentro de sus logias. Además, anuncios por radio local lograban informar sobre actividades comunitarias e invitar al público general a participar.
Evolución hacia nuestros días
A día de hoy, esta tradición ha evolucionado drásticamente debido al impacto digital. Las redes sociales han permitido que grupos masónicos se comuniquen con mayor rapidez y eficacia que nunca antes; compartiendo información desde conferencias hasta obras benéficas con solo un clic. Se dice que estas plataformas han ampliado su alcance social, fomentando debates sobre valores éticos fundamentales.
Reflexión Final
A medida que miramos hacia atrás en este capítulo fundamental del desarrollo democrático español e indagamos sobre cómo ha cambiado la forma en que nos conectamos y apoyamos unos a otros como sociedad desde entonces ¿estaremos preparados para afrontar nuevos desafíos usando herramientas contemporáneas?